El Pentágono desplegará cerca de 800 efectivos militares adicionales en la frontera con México, así lo confirmaron dos funcionarios estadounidenses, en un momento en que la caravana de miles de migrantes hondureños continúa su avance hacia Estados Unidos.

Estos refuerzos se sumarían a los cerca de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional ya desplegados en operaciones de apoyo en la frontera.

El despliegue estará constituido por médicos e ingenieros y va a ser empleado principalmente para dar apoyo logístico.

El portavoz del Pentágono, el capitán de la armada Bill Speaks, dijo que el Departamento de Defensa está trabajando con el Departamento de Seguridad Interior (DHS) para determinar “los detalles del apoyo” para las autoridades fronterizas.

El presidente estadounidense Donald Trump reiteró ayer en Twitter que puede utilizar a los militares para enfrentar esta “emergencia”, continuando con un discurso contra la inmigración, que fue uno de sus ejes de campaña, en un momento en que se acercan las elecciones legislativas del 6 de noviembre en Estados Unidos.

Ayer por la tarde el presidente Trump advirtió a los miembros de la caravana de mibrantes que den media vuelta.

“Vuelvan a su país y si quieren envíen una solicitud de ciudadanía como lo hacen otras millones de personas”, dijo.

 

Avance por México

Mientras tanto el grupo de migrantes hondureños llegó ayer a su cuarta parada en el sur de México camino a Estados Unidos, desafiando el discurso antiinmigrante del presidente Donald Trump y enterándose el despliegue de militares en la frontera entre ambos países.

Tras partir de Mapastepec y tras siete horas de caminata llegaron a la población de Pijijiapan, en el sureño estado de Chiapas.

Exhaustos, los migrantes descansaron sobre las banquetas y el piso de cemento de la plaza principal de Pijijiapan, rodeada de casas multicolor.

Algunos acudieron a los puestos de atención médica para recibir suero intravenoso, y otros que llegaron montados gratuitamente en camiones de carga y tráileres, se dieron tiempo para jugar fútbol.

“El aburrimiento es grande y tenemos que festejar, poco a poco vamos a llegar”, dice Luis Alberto Adalberto, de 21 años, al participar de un partido informal en una cancha cercana al río.

El numeroso grupo de migrantes aún deben recorrer más de 3.000 km para alcanzar la frontera con Estados Unidos, según sus cálculos, en un trayecto que les tomaría cerca de de un mes y medio aproximadamente.

La ONU estima que unas 7.000 personas viajan en la caravana.